Canciones para mirar (2024) es el recorrido por una ecléctica geografía musical y una exploración de la identidad, la memoria y el archivo familiar, a través de la fotografía. A partir de la recopilación de material sonoro de diversas épocas, esta obra plantea una serie de relaciones entre imágenes asociadas a recuerdos de canciones que son llevadas a la fotografía y expuestas como fragmentos autónomos que dialogan en una narración sugerida pero inconclusa, abierta a la interpretación del espectador.
La obra conforma una serie de 34 fotografías inspiradas en recuerdos de 34 canciones. Las imágenes forman una constelación experimental, en la que se utilizan diferentes elementos del teatro como la escenografía, el vestuario y los efectos especiales para recrear el universo visual de cada canción. Partiendo del retrato de un lugar liminal en la memoria, en esta tarea inmersiva de recuperar y teatralizar recuerdos vinculados a la música, esta obra propone otra forma de mirar. Una forma de mirar que resignifica las canciones que hasta entonces habían sido para escuchar, transformándolas en canciones visuales en un sentido poético. Y una forma de mirar, atravesada por la nostalgia del recuerdo y la ficción, que se traduce en imagen fotográfica en un sentido literal.
Behind the scenes
Agradezco profundamente a las siguientes personas que han contribuido a que este proyecto cobre vida: Patricia Reyes, Neeta Khanuja, Giulio Lazzarini, Danishta Estuardo Manríquez, Alba Hernández Orza, Xavier Badosa, Ithaysa Morales Navarro, Fabienne Ory, Sofia Santoro, Giulio Altieri, Almudena Bolaño Couselo, Patricia del Cerro García, Camila Salinas, Alejandra Prado Reyes, Carmen Barreiro Rubio, Irene Ortega y Dolors Soriano. Gracias por pararse frente a mi cámara y por compartir conmigo recuerdos, visiones y sentimientos sobre la música con la que he trabajado en este proyecto.
Un agradecimiento especial a Manel Esclusa y Dolors Soriano, por la mentoría y por ayudarme a visualizar la obra fotográfica que da origen a este proyecto.